La escenografía efímera e intrigante, entre alambres, postes y pasarelas, sigue las calles durante la procesión

Resumen

Este artículo aborda el uso de técnicas de escenografía en el contexto de los desfiles de las Escuelas de Samba, con especial atención a las carrozas. Además, explora de manera especulativa algunos hitos en los probables orígenes de la escenografía itinerante, ejemplificada por alegorías y atrezzo, basada en influencias culturales que se remontan a grupos teatrales como la Antigua Grecia. Como añade Simões (2008), esta escena rural La festividad se lleva del campo a las ciudades hacia el 539 a. C. (por Tespis) y es a partir de esta época cuando el Estado griego se hace cargo de la organización del teatro, estableciendo concursos entre poetas dramáticos. Así, el actor Tespis con su carro es considerado por muchos como el embrión para el desarrollo del teatro y de la escenografía itinerante, fue imprescindible. El actor griego del Ática tuvo una idea nueva y creativa que haría historia en sus caminos. Al viajar por Grecia con su carro decorado, Carro de Tespis, apareció como parte del coro como solista, haciendo que el carro decorado con hojas y uvas, compuesto con el coro humano, formara el escenario, por lo que aquí se especula sobre las bases para una escenografía itinerante basada en hechos. El estudio también destaca la importancia de la escenografía itinerante, con foco en principios del siglo XIII, cuando el Papa Urbano IV instituyó la fiesta marcada por procesiones. Suponemos, por el carácter procesional, que contribuyó a la fundación de los desfiles de la Escuela de Samba. En este contexto medieval, conocido como el “período oscuro” del teatro, la escenografía itinerante jugó un papel vital en la preservación del teatro tal como lo conocemos hoy. Como respuesta al intento romano de suprimir el teatro griego, otro hito fue la aparición de artistas que vestían disfraces y maquillaje y presentaban situaciones cotidianas. Para estas representaciones se organizaban grupos populares en los que participaban payasos, bufones, cómicos y domadores de animales, que actuaban en escenarios improvisados ​​montados sobre carros que se movían de una plaza a otra. Hoy en día, en Río de Janeiro sigue viva la tradición de la escenografía itinerante, con desfiles de carrozas por las calles de la ciudad durante el Carnaval. Es importante resaltar que el surgimiento de las Escuelas de Samba fue una respuesta marginal de las clases sociales menos acomodadas, negros e inmigrantes pobres, que buscaban aceptación social a través de sus desfiles durante el Carnaval en la ciudad de Río. Estas escuelas dieron una nueva dimensión a los desfiles de Carnaval, creando un legado que persiste hoy. Con las carrozas como gran escenografía que desfilan en procesión y despiertan gran fascinación en uno de los mayores espectáculos al aire libre de la tierra. Cabe destacar aquí que esta es nuestra visión abstracta con miras a la escenografía itinerante de las Escuelas de Samba, y cabe destacar que otras formas de presentación escenográfica son importantes para el viaje, como el Circo Brasileño y el Grande y Pequeño. Sociedades de carnaval. La rigurosa evaluación de la escenografía por parte de los jueces, siguiendo criterios de la Liga Independiente de Escuelas de Samba (LIESA), resalta la importancia de la escenografía como elemento de competencia y alta calidad artística en los desfiles. En resumen, para quienes seguimos el camino abstracto aquí trazado, la escenografía en las Escuelas de Samba de Río de Janeiro es una manifestación artística profundamente arraigada en la cultura popular y basada en la historia del teatro. Su continuación como forma de arte efímera e impactante es una parte vital del Carnaval de Río.