La radiografía del tiempo. La Anunciación del Museo Nacional Machado de Castro

Resumen

La realidad que se observa en cada momento es la expresión de una mirada contaminada por el observador y por un tiempo más o menos largo que pertenece a los objetos; en ellos se condensa un proceso siempre activo de interferencias, que muchas veces escapa a la decodificación real de las obras. La pintura de la Anunciación (MNMC2528) es precisamente uno de los casos que requiere concentración en el detalle para rescatar una integridad perdida.Aparentemente unidos por una iconografía propia (el Arcángel Gabriel y la Virgen), los dos paneles que lo componen han llegado al siglo XXI juntos en uno.Analizando el detalle, se intuía que, además de la capa pictórica visible, se ocultaba otra verdad, ahora comprobada por los trabajos de conservación y restauración y los análisis de laboratorio realizados.La pintura correspondía a dos paneles separados (y unidos en un momento incierto), ocultando también los signos más evidentes (como la presencia de un perro) de otra cultura estética.El sentido humanista de la pintura temprana se convierte entonces en un “folleto” más evidente de los valores de la Reforma Católica (con la atribución al pintor Bernardo Manuel), y así llega hasta nuestros días y a la capacidad de descifrar las capas del tiempo.Pilar en un proceso investigativo interdisciplinario, el detalle se asume, así, como el gran protagonista que conduce a la inteligibilidad de las formas y la cultura del tiempo.